3 de noviembre de 2011

Start up: del terror a la gloria



Primero que nada, ¿has senido ganas de emprender un negocio? ¿O, de simplemente comenzar algo?



Es difícil el comienzo, ¿verdad?

¿Acaso me dirás que no? Lo más difícil de este mundo es comenzar una dieta, sobretodo si vives en un país con una gastronomía espectacular. También es complicado ir ese primer día al gimnasio, decidirte a ponerte pantaloneta, camisetilla, salir al gym y, peor aún, si estabas acostado viendo TV. Salir es un suplicio.

Así mismo emprender un negocio. Es tan complicado, lleno de problemas, con tantas dificultades, cuadros, balances, inversión inicial, marco teórico, plan de negocios y un etcétera que da la vuelta a la esquina.
Si fuera tan fácil como imaginarlo y mañana estar gerenciándolo habrían más del doble de emprendedores de los que existen hoy. Pero, si todo fuera fácil, no habría diversión, no fuera entretenido. Pienso que a las cosas más difíciles le llegas a tener mayor cariño, las ves como un reto personal.

Lo más difícil es decidirse, es decir: “¡YA! Es ahora o nunca”. El problema con emprender un negocio es que hoy te decides y avanzas con la motivación de tus palabras hasta que se acabe la gasolina. Como abrir una empresa en Ecuador y obtener financiamiento es un proceso largo y engorroso, la motivación que tenías en el día 0, al día 2 ya se terminó.
Aquí el punto no es decidirte hoy a fundar una empresa y mañana revisar cuánto llevas de utilidades acumuladas. Sino, extender la motivación interna para que permita tener el motor en funcionamiento hasta el momento en que la empresa comience a funcionar.

Como cuando vas al gimnasio: antes del primer día es terrible, una vez que ya estás allí, no faltas más.

Pero, hasta para ir al gimnasio o decidirse a levantarse a trotar un domingo a las 8am hay que tener una preparación adecuada. Para iniciar un negocio, adapté unos puntos sacados del blog Riesgo y Recompensa, de Santiago Bilinkis:

1)      Vencer el miedo: Intentar algo nuevo siempre va a tener sus detractores, dificultades y desazón. Pero si pensamos un poco más en los frutos que conseguiremos al llegar a nuestras metas de seguro los miedos desaparecerán, poco a poco.

2)      Imaginarlo no es lo mismo que emprenderlo: Creo que muchos hemos tenido ideas grandiosas y pensamos que nadie las podría implementar como nosotros, gran error. Existen personas con mayor habilidad para hacer crecer ciertas empresas. Puede que yo invente el sabor perfecto de una gaseosa para competir con Coca-Cola, pero si no estoy preparado, profesionalmente, para hacerle sombra a CC, lo mejor es que entregue la posta del proyecto.

3)     Seguir a tu corazón: Esto lo vamos a tomar con mayor amplitud en otro post, pero es necesario recalcar la importancia de este punto antes d emprender.
Si una idea no te apasiona, no hace que te ultra motives con tan sólo pensarla, mejor toma un respiro y analiza si, realmente, lo quieres materializar. Yo tengo una idea que me encanta, el sólo pensarla o leer sobre ella no me deja dormir, me pone activo, me llena de vida. Entonces, creo que estoy siguiendo mi corazón. Si, de todas las ideas que tienes en mente, ninguna te agrada en demasía, mejor detente a pensarlo un poco más.

4)     Luego de la ejecución: Lo más importante viene luego de la implementación de la empresa. No importa cuánto te hayas preparado, cuánto sepas sobre lo que quieres hacer, lo importante son las decisiones que tomes al andar, las decisiones que tomes luego de aprender lecciones valiosas que sólo podrás entender una vez que cometas errores al mando de tu compañía.

Sin duda alguna, lo más complicado de hacerlo es hacerlo.

Puedes leer 500 libros de negocios, finanzas y start up, ver miles de videos en youtube sobre lo que es ser emprendedor o aprender la fórmula secreta de la abuela para obtener un EBIT jugoso, pero en el mundo real vale más un día de experiencia que las páginas de todo un libro.

Nuestras acciones siempre corresponden a una motivación, a un sentimiento. Y tomar acción  para decidirnos a emprender es el paso más difícil de todos, por lo tanto requerirá una motivación extra, para que dure todo el tiempo que toma implementar un negocio.
¿Cómo se motiva la gente para ir al gimnasio? Fácil, se autoflagela pensando en lo gordos que están, se imaginan en la playa luciendo la flacidez en todo su esplendor y los rollos ya con habilidades propias de un ser viviente. Con eso basta. Luego viene el “¿Cómo me veré luego de un par de meses en el gimnasio?”, se imaginan con bastantes kilos menos y, otros más osados, con la tableta de chocolate tallada en el abdomen.

Entonces, no es tan difícil soñar, ¿no? Soñar es el mejor amigo de la motivación, es el motor principal de las acciones. Sólo sueña y estoy seguro de que irás por la lid correcta.

“Muéstrame un obrero con grandes sueños y en él encontrarás un hombre que puede cambiar la historia. Muéstrame un hombre sin sueños, y en él hallarás a un simple obrero.” - James Cash Penny

No olvidar jamás lo importante que resulta la preparación antes de realizar un start up business. Hay que conocer a fondo el mercado, los clientes potenciales, tus metas, pero, sobre todo tus ideales y valores improstituibles. Existen muchas personas y corrientes que aseguran que lo principal a tener en cuenta para establecer un negocio sustentable es apegarte a los deseos de todos tus clientes, nacer en base a ellos. Yo, al menos, pienso diferente.
Mike Michalowicz, en su libro The Toilet Paper Entrepreneur (http://www.amazon.com/Toilet-Paper-Entrepreneur-tell---like-/dp/0981808204/ref=sr_1_1?ie=UTF8&qid=1320382297&sr=8-1), habla sobre que, para obtener una empresa sostenible en el tiempo, tiene que estar estrictamente atada a nuestros valores inmutables e ideales, dándole mayor importancia que los del cliente. Tiene su lógica: digamos que comienzas a cambiar tus políticas, misión, manejo de la empresa y visión, tan sólo por los lineamientos de tu cliente más importante; a la larga lo va a notar, se dará cuenta que estás siendo hipócrita y dejará de confiar en ti (¡y de comprar también!).

No malinterpretar. Una cosa es bailar al son de los clientes, otra muy diferente ser flexible. Lo importante es moldear tu empresa, productos, servicios , políticas y demás, a tus ideales, a tu forma de ser. Luego, con una empresa sincera, más que todo, viene la flexibilidad con los clientes, su satisfacción, etc.
Si un cliente grande sólo compra si existe soborno de por medio y tus ideales no te lo permiten, ¿Qué harías? La honradez ante todo. No hay nada mejor como el dinero bien ganado.

En conclusión, no importa cuántas dificultades encuentres a lo largo de tu start up, recuerda que una vez con tu empresa en marcha es más complicado dar marcha atrás.

Arriesgarte por tus sueños, aunque tengas todo en contra, ir tras ellos te deja un buen sabor al haberlo intentado una y otra vez, antes que sólo jugar a lo seguro. Nadie recuerda a los cobardes.

“No es la idea que emprendes, el éxito es ser la primera persona en hacerlo bien” – Santiago Bilinkis



Dirían los españoles: ¡Vamos a por nuestros sueños!

Pd: les dejo unos posts de emprendimiento, del blog de Santiago Bilinkis. Cambiaron mi vida:

1 comentarios:

Joss dijo...

Excelente.!

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